viernes, 1 de abril de 2011

Limpieza y engrase


Mantener nuestra bicicleta limpia y bien engrasada no es algo a lo que se le preste la atención debida pero tener unos buenos hábitos nos ahorrará un montón de averías y los componentes de nuestra bicicleta durarán mucho más.

→ La limpieza
Lo ideal es usar un paño suave de algodón o una esponja humedecida con agua o con un ligero enjabonado, pero lo normal es que volvamos con la bicicleta completamente enbarrada o llena de polvo, dependiendo de la estación en que nos encontremos.
No hay que asustarse por darle un buen manguerazo, si es posible en una gasolinera, teniendo en cuenta que el chorro de agua no debemos dirigirlo directamente ni a los bujes de las ruedas ni al eje pedalier.
Una vez limpia, es importante secarla con el trapo.

→ Desengrasado
Tras la limpieza y antes de engrasar conviene retirar la grasa antigua que, seguramente, se habrá mezclado con polvo o barro.
Para ello es importante hacerlo de manera independiente, pieza a pieza.
Por ejemplo, para la cadena podemos usar un desengrasante, mientras que a los puentes de freno, llantas, platos, piñones, cambio u otras piezas de aluminio no les conviene este tipo de productos.
Para estas piezas de aluminio podemos usar un detergente suave normal con un pincel o cepillo, sobre todo en el caso de los piñones y platos.

→ Engrasado
Hay dos productos fundamentales para el engradado. El mejor es el Fuel-oil, o gas-oil, ya que tiene incorporado aceite que va a mantener nuestra cadena y piñones en un estado excelente de engrase.
El aceite de vaselina es también adecuado para engrasar nuestra bicleta, sobre todo la cadena.
La elección de uno u otro producto dependerá de si disponemos de un lugar adecuado para aplicar el gas-oil a nuestra bicicleta ya que hay que tener en cuenta que al aplicarlo con una brocha, seguramente mancharemos en el suelo y eso no es lo que más gusta a las amas de casa, ¿verdad?.